Cuando dices que te vas a Noruega, la mayoría de la gente piensa en los famosos "fiordos noruegos". Y sí, vas a los fiordos, porque de hecho, toda la costa Noruega está formada por fiordos (fjord en Noruego). Éstos son formaciones de origen glaciar. Lenguas de agua que se adentran en la tierra, y altas paredes que se extienden bajo el mar. Noruega tiene más de 25.000 km de costa gracias a estas formaciones. Aunque tener costa no significa tener playa... pero sí preciosos paisajes muy originales y característicos que hacen de éste un lugar inolvidable.

Este país situado al norte de Europa tiene una superficie de 385.178km2 y una población de algo más de cinco millones de personas. Su capital es Oslo y su moneda es la Corona Noruega (KNOK), actualmente 1€ equivale aproximadamente a unas 10 coronas, así que no te asustes cuando veas los precios en los escaparates (o sí). El nivel de vida en Noruega es elevado, la tasa de paro es baja. Es un país que no necesita al turismo para sobrevivir, pero que lo acoge amablemente.

Mucha gente viaja a Noruega en verano, no solo por ser periodo vacacional sino porque durante la época estival los días son más largos y se puede ver el famoso sol de medianoche, además de poder aprovechar más el día, y disfrutar de una buena temperatura, claro. Pero viajar en octubre tiene su encanto. Aunque hay previsiones de lluvia diarias, a veces gozas de unos estupendos días de sol y una temperatura agradable de unos 8-9 grados. Además el turismo en esa época es muchísimo menos y puedes visitar el país con tranquilidad, sin aglomeraciones. Eso sí, disminuyen las ofertas de  actividades a partir del 15 de octubre, como los cruceros, las excursiones guiadas y los paseos en kayak.

Conducir por Noruega es bonito y se podría decir que fácil. Las carreteras no son autopistas, pero están en muy buen estado. El único inconveniente (por decirlo así) es que a pesar de haber muchísimos puentes y ferris no todos los fiordos pueden atravesarse de manera directa, sino que debes conducir alrededor de ellos y de esta forma las distancias se hacen un poco más largas. Por otra parte los peajes son un poco caros, pero puedes intentar evitarlos dando rodeos. Los ferris son bastante ágiles, aunque algunos tienen horarios restringidos y es mejor informarse antes de ir, para no perder el tiempo.

Las gentes del lugar son amables. Puedes comunicarte tranquilamente en inglés. Los carteles de las carreteras suelen estar en noruego, al principio los nombres parecen impronunciables pero al final no resulta tan difícil entenderlos (los carteles). Lo de entender el idioma hablado ya es harina de otro costal... 

En general viajar por Noruega resulta fácil y sobretodo placentero. Creo que es un lugar en el que pasar más de una semana, un lugar para repetir. Noruega es costas, acantilados, cascadas, naturaleza, agua, Noruega es vida.